Tuesday, September 1, 2009

Seminario en Cuba Planes para el 2010



Pintura Retrato
del Obispo
Don Juan Jose Diaz de Espada


Intro

Seminario de San Carlos y San Ambrosio
El Real Seminario Conciliar de San Carlos y San Ambrosio, sede de Estudios Superiores de la Iglesia Católica Cubana y en el que aún se estudia el sacerdocio, se encuentra enclavado al fondo de la Catedral de San Cristobal de La Habana en el casco histórico de la capital de Cuba. Uno de sus lados queda al frente del canal de entrada a la bahía.


Esta magnífica obra arquitectónica tiene su origen en el modesto colegio de San Ambrosio, que en 1689 estableciera el Obispo de La Habana, Don Diego Evelio de Compostela, en una casa contigua a la suya en la Calle de Compostela (llamada así en honor a este Obispo)para que en ella estudiaran varones pobres de vocación religiosa.
El edificio actual, sede del Seminario Conciliar de San Carlos y San Ambrosio, comenzó a construirse en el año 1700 por miembros de la Compañía de Jesús, y fue concluido en 1767, antes de que los jesuitas fueran expulsados del Imperio Español.
Sin embargo, la edificación no llegó a alcanzar la forma actual hasta que el conocido Obispo Don Juan José Díaz de Espada, agregara formas constructivas que rivalizaban con los portones de la Universidad de Valladolid. Durante este período, el seminario alcanzó tal renombre científico que ni la Real y Pontificia Universidad de San Gerónimo de la Habana le hacía sombra.
El edificio se convertiría después, durante algunos años, en la Sede del Arzobispado de la Habana bajo la cardenalicia figura del Arzobispo de La Habana Monseñor Manuel Arteaga para, más tarde, volver a ser el Seminario Conciliar de San Carlos y San Ambrosio, hasta nuestros días.


Por estos años del Obispo de Espada, estudiaron en el Seminario el eminentísimo sacerdote Félix Varela y Morales, quien fue uno de los primeros que percibió y enseñó a ver a Cuba como nación, y representante de la Isla de Cuba en las Cortes Generales de España en 1821, donde abogó por las justas causas de Cuba y reclamó la libertad para los esclavos. También estudió en este eminente Seminario Conciliar el eminente cubano José Antonio Saco, sociólogo, historiador y economista, que se destacó por su fuerte oposición a la esclavitud y en contra de la anexión de Cuba a los Estados Unidos.

Don Juan José Díaz Espada y Landa, was a bishop whose memory is greatly cherished by the people. He spent the ample revenues of his bishopric for the benefit of education and the public health, and no charitable undertaking ever sought his help in vain. Espada seconded the efforts of the Patriotic Society for the increase of the number of schools. The college of St. Francis de Sales, the work of Don Evelino de Compostela, and the Beneficencia counted him among their generous benefactors. At his own expense he sent Dr. J. B. O'Gaban to Madrid to study in the Pestalozzian Institute the new pedagogical methods in order to introduce them into Cuba. The college of San José, commonly called San Ignacio, which had been under the direction of the Jesuits, and after their expulsion (1767) was known as the seminary of S. Carlos, was the favourite object of his efforts in the sense of higher, or university, teaching. It is true that his tendencies diverged somewhat from the prescription of the Council of Trent, but his work on the whole evidenced a burning zeal for the higher culture of his country. To this marked determination of his must be attributed the lofty conception which issued in the chairs of physics and chemistry established in the college and the laboratories attached to them. Not less famous, indeed, were the chairs of law and philosophy, the latter of which the priest Félix Varela illuminated with a brilliancy surpassed by none. Of all native Cubans Varela must be accounted the most worthy of the name of philosopher. His was a wide and comprehensive intelligence, influenced unduly by the school of Condillac, but not shut up within its narrow limits, the result being a thoroughly eclectic mind with decidedly positive preferences, which rendered him antagonistic to Scholasticism and put him out of harmony with metaphysics. The proof of this is his "Institutiones Philosophiae Eclecticae ad usum studiosae juventutis" (1812), as well as the "Miscellany" (Miscelánea, Etica y Elencos anuales). His life is linked with the history of the Diocese of New York, where for some years he devoted himself to missionary work, founded churches, and edited publications ["The Protestant Abridger and Annotator" (1830), and "The Catholic Expositor and Literary Magazine" (1841-43)], to say nothing of the defence of Catholicism which he called "Letters to Elpidius". He became (1837) Vicar-General of New York. Espada was his inspiration and his mentor. As a promoter of public sanitation, Havana owes to Espada the old cemetery which bears his name, and the drainage of the marsh lands which have since been converted into the beautiful Campo de Marte. Famous, too, is his pastoral on vaccination, in which he annihilates prejudices and recommends the clergy to become propagators of Jenner's beneficent discovery. Espada y Landa was born at Arroyave, Alava, in 1756; his death 13 August, 1832.
I
La Arquidiócesis de La Habana anunció que en 2010 inaugurará un nuevo Seminario, la primera infraestructura importante que la Iglesia Católica construye en Cuba en los últimos 50 años.

Juan Pablo II bendijo la primera piedra de este proyecto en su visita de 1998. Asimismo, la construcción ha sido financiada por distintas instituciones del mundo entre los que se encuentran principalmente los Caballeros de Colón.

Este Seminario tendrá capacidad para acoger a 100 seminaristas y será inaugurado en 2010, con lo que se tendrá un modo "adecuado para cerrar el Año Sacerdotal", indicaron.

El nuevo centro de formación heredará el nombre del actual Seminario San Carlos y San Ambrosio, y estará situado en el centro histórico de La Habana. Lo que será entonces el antiguo seminario.

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