Una víctima de torturas apunta a su verdugo
Los peores momentos de sus 21 años de cárcel los pasó en Mazorra
Alfonso Chardy. The Miami Herald
Eugenio de Sosa Chabau, vástago de una de las familias más antiguas de Cuba, fue a la escuela con John F. Kennedy en los 1930; era propietario de un próspero ingenio de azúcar; dirigió el principal periódico de la Habana antes que Fidel Castro tomara el poder, y dice que hasta trató de advertirle al presidente norteamericano sobre los misiles soviéticos en Cuba.
Pero el jubilado empresario, que ahora vive en Coral Gables, también fue severamente castigado por sus sentimientos anticastristas, pasando 21 años en las cárceles cubanas como prisionero político.
Ahora, dos décadas después de su liberación, De Sosa Chabau, de 84 años, una vez más recuerda los horrores del capítulo más negro de su encarcelamiento: los nueve meses que pasó en el hospital siquiátrico de La Habana donde sufrió 14 tratamientos de electroshock.
Y el enfermero que le dio esos tratamientos, Heriberto Mederos, se ha convertido en el principal blanco de "International Educational Missions'', una organización de derechos humanos, con sede en Boynton Beach, que está presionando al gobierno de Estados Unidos para que deporte a funcionarios extranjeros acusados de tortura.
"Me aplicó el electroshock después de sumergir los electrodos en agua para intensificar su fuerza'', recordó De Sosa Chabau durante entrevistas la semana pasada. "Me dio 14 electroshocks, 10 en los testículos y cuatro en la cabeza''.
Mederos ha admitido anteriormente que usó la terapia convulsiva en los pacientes, pero ha negado alegaciones de tortura, diciendo que estaba siguiendo las instrucciones de los médicos.. De Sosa Chabau y otros ex residentes del hospital han calificado el tratamiento de tortura.
Richard Krieger, presidente de International Educational Missions, quiere que el Servicio de Inmigración y Naturalización (INS) estudie el caso de Mederos y le anule su ciudadanía norteamericana.
Patricia Mancha, portavoz del INS, señaló que la agencia no podía comentar sobre el estatus inmigratorio de Mederos. Pero una persona familiarizada con el caso dijo que los investigadores federales están estudiando su expediente. Mederos no pudo ser localizado para comentar, pero se cree que está viviendo en el Condado de Miami-Dade.
Aunque De Sosa Chabau inicialmente fue acusado de complotar una revolución contra Castro cuando fue arrestado en su yate a finales de 1959, dice que fue transferido al hospital siquiátrico después que los funcionarios cubanos se enteraron de que había sacado secretamente de la prisión una nota advirtiendo a Kennedy que Moscú había enviado misiles a la isla.
Kennedy y De Sosa Chabau fueron compañeros de clase en la exclusiva escuela preparatoria --por entonces sólo para varones-- de Choate, que hoy es Choate Rosemary Hall, en Wallingford, Connecticut. Susanne Jordan, directora de ex alumnos y relaciones familiares de la escuela, dijo que De Sosa Chabau y Kennedy estuvieron entre los 112 miembros de la clase graduada de 1935.
Cuando los rebeldes de Castro lograron victorias en su guerra de guerrillas contra el presidente Fulgencio Batista, recuerda De Sosa Chabau, Kennedy se interesó en la guerra civil que se libraba en Cuba.
"En una ocasión Jack me llamó a La Habana y me pidió que fuera a verlo por un fin de semana. Quería saber sobre Castro. Le dije que era un comunista'', dijo De Sosa Chabau.
En diciembre de 1959 los agentes de inteligencia del gobierno cubano se presentaron en su yate y lo arrestaron junto con otros supuestos complotadores.
El arresto convirtió a De Sosa Chabau en prisionero político por 21 años.
Después de cumplir condena en varias cárceles alrededor de la Habana, el gobierno lo envió a una prisión en Isla de Pinos, al sur de Cuba.
Fue allí que una noche, antes de la crisis de los misiles de 1962, ocurrió un incidente que le hizo comprender indirectamente que Moscú había enviado o planeaba enviar misiles a Cuba.
Un funcionario militar que se quedó en la cárcel una noche como castigo por haberse emborrachado, inadvertidamente le dio la información cuando se jactaba de que Cuba estaba adquiriendo misiles que podrían borrar del mapa cualquier ciudad norteamericana. De Sosa Chabau inmediatamente escribió la información en una nota que dirigió a Kennedy. La escondió en el interior de un puro hecho en la prisión y se lo dio a su yerno cuando él y su esposa Sylvia (hija suya) fueron a visitarlo.
El yerno, Alberto Jorge, de 58 años, dijo que entregó el puro unos días después a un norteamericano en la Habana cuyo nombre no recuerda.
De Sosa Chabau está convencido de que fue castigado por filtrar esa información.
Las sesiones de electroshock se hacían por la madrugada.
"Mederos llegaba vestido con un uniforme verde olivo seguido de cuatro o cinco presos del hospital que llevaban dos cubos llenos de agua con los electrodos'', recuerda.
Dijo que sintió el choque de electricidad como "una explosión en el interior de la cabeza'' que lo dejó inconsciente durante varios minutos y debilitado por horas.
Luego, el equipo del hospital lo interrogaba: "¿Cómo sacó la información contrarevolucionaria para Estados Unidos?''. Siempre mentía, diciendo que no sabía de qué hablaban sus interrogadores.
A finales de los años 70 fue transferido de regreso a la prisión regular. Poco después lo liberaron. En enero de 1980 llegó a Miami.
Hoy De Sosa Chabau vive jubilado en un apartamento en Coral Gables, rodeado de fotografías de su familia, que incluye 28 nietos y 39 bisnietos.
"Tuve suerte porque sobreviví... Muchos otros no la tuvieron''.
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