Monday, May 18, 2009

Orestes Perdomo by Hugo J. Byrne


ORESTE PERDOMO

Por Hugo J. Byrne

"Aquí estamos los guajiros,
de los que zumban y aguantan,
con pañuelo en la garganta
y tocando bien el güiro"

Oreste Perdomo
(Estrofa del poema "La Comparsa")

¿Cómo se cultiva una amistad real? Las relaciones sociales se originan de un proceso discriminatorio del intelecto. Las personas normales por regla general procuran intercambiar ideas y aspiraciones con aquellas otras a las que saben capaces ética e intelectualmente de compartir las mismas en medida apreciable.

Esa relación discriminatoria define la amistad entre los hombres. Tal era nuestra amistad con el Dr. Oreste Flavio Perdomo, a quien acabamos de dar cristiana sepultura. La partida de nuestro ilustre amigo nos obliga una vez más a reflexionar sobre lo pequeño y efímero de nuestro paso por este mundo, aunque siempre en dramatísimo contraste con lo eterno y universal de las ideas y de las aspiraciones que nos hermanan; porque esas nunca mueren.

Perdomo era un hombre tan optimista que esgrimía su sonrisa como Don Quijote esgrimía su lanza. Pero a diferencia del inmortal manchego, nunca cargó contra molinos de viento, por el contrario cantó su bucólico símbolo en un hermoso poema. Cuando Perdomo se lanzó a la carga fue contra villanos reales. Algún día Cuba libre honrará la memoria excelsa de un puñado de letrados sin miedo, que arriesgándolo todo, no dudaron en defender cívicamente a los presos políticos en La Fortaleza de la Cabaña y otras prisiones en la Cuba de los años sesenta.

Muchos de sus defendidos de esa era espantosa han sido nuestros compañeros de lucha durante años. Esos supervivientes de esa batalla desigual pueden dar fe del valor indomable que requería tratar de obtener justicia en un ambiente de opresión e inhumano antagonismo. Defender a los acusados de delitos políticos en Cuba por esos tiempos, equivalía a lanzarse a la arena del circo de Roma durante el imperio de Calígula.

Por eso y otras tantas virtudes cubanas, siempre sentimos gran respeto y admiración por Oreste Perdomo. Cuba fue para nuestro gran amigo una pasión inseparable del amor infinito que siempre tuvo por su esposa, sus hijos, el arte y la literatura. Pasión que tampoco podía distinguirse de su incansable cruzada por la justicia y la dignidad.

Nativo de San Diego del Valle en Las Villas, Oreste Perdomo viajó a Italia al graduarse de bachillerato para estudiar Humanidades en la patria de Dante. En esa tierra hermosa Perdomo se prendó de su musical idioma y de su cultura e historia. Ni siquiera los horrores del fascismo y la Segunda Guerra Mundial pudieron ensombrecer ese sentimiento que duraría toda su larga y fructífera vida.

Regresando a Cuba desde una Europa devastada, Perdomo revalidaría sus estudios de Italia, graduándose como Doctor en Leyes en La Universidad de La Habana en 1955. Su dominio del idioma italiano le mereció una cátedra en el bicentenario plantel para enseñar esa lengua, la que ejerciera hasta 1960.

Cuando la defensa de la justicia agotara en Cuba sus posibilidades prácticas, nuestro amigo marchó al exilio vía España en la segunda parte de la década del sesenta, estableciendo su residencia permanente en California desde 1969. Graduado en el Mount St. Mary's College con una Maestría en Humanidades, Oreste Perdomo ejerció el magisterio en el Distrito Escolar de Los Angeles hasta su retiro en 1987.

Perdomo enseñó italiano en Los Angeles City College y en Cal State University. Fue autor docto y ameno de varios libros, incluyendo una gramática italiana. Orador de palabra mesurada y elocuente, Oreste Perdomo nos ha deleitado también con su inspirada musa, en la que siempre campea un genuíno sentimiento patriótico. Su cooperación en la lucha exiliada lo llevó a la cátedra de "Misión Martí", tarea que compartimos con el ilustre amigo y en la que se afirmara una amistad de por vida. En nombre de esa amistad, nos unimos en celebración de esa vida ejemplar, a su viuda Zoila Perdomo y a sus hijos Oreste Flavio y Jorge Luis.

Cristiano devoto quien en su temprana juventud casi abraza el sacerdocio, no dudamos que el Dr. Perdomo debe estar ocupando hoy un lugar de honor en un parnaso celestial. Desde allí seguirá cantando a su patria y el eco de su lira vibrará para siempre en la campiña cubana. Vibrará en el trino de los sinsontes y en el susurro de las palmas reales a la caricia de la brisa mañanera.





San Diego del Valle
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Bibliografía


El Municipio de San Diego del Valle
Ciudades, Pueblos y Lugares de Cuba

El Municipio de San Diego del Valle es uno de los treinta y dos municipios en la provincia de Las Villas. Está ubicado este municipio al centro, hacia el norte, en la provincia. Por el norte linda con Cifuentes; al este con Santa Clara; al sur le limita el municipio de Esperanza; y al oeste el de Santo Domingo. Su territorio cubre una superficie de 248 kilómetros cuadrados.




Población: La población de este municipio en 1943 era de 16,526 personas.

Población del Municipio de Acuerdo a los Censos
Censo 1943 1931 1919 1907
Población 16,526 14,421 12,029 5,653

Jurisdicción: En 1940 el término municipal de San Diego del Valle era parte del partido judicial y zona fiscal de Santa Clara. El ayuntamiento se estableció en 1879. Fue suprimido en 1902 y restituido en 1914 por ley del Congreso de la República.


Barrios: Los barrios de San Diego del Valle en 1943 eran: Centro, Hatillo, Jicotea, Maguaraya Abajo, Maguaraya Arriba, Mango, San Diego, Sitio Nuevo y Yabú.


Centro: En 1943 tenía una población de 2,977 personas. Dista cinco kilómetros de la cabecera del municipio.


Hatillo: Su población era de 3,786 personas en 1943. Se encuentra a diecisiete kilómetros de la cabecera del municipio


Jicotea: Tenía una población de 1,001 personas en 1943. Dista seis kilómetros de la cabecera del municipio.


Maguaraya Abajo: Contaba en 1943 con 1,375 personas. Se encuentra a siete kilómetros de la cabecera del municipio.


Maguaraya Arriba: La población de este barrio en 1943 era de 2,090 personas. Dista catorce kilómetros de la cabecera del municipio.


Mango: En 1943 su población era de 1,751 personas. Se encuentra a diez kilómetros de la cabecera del municipio


San Diego: Cabecera del municipio, San Diego del Valle.


Sitio Nuevo: El censo de 1943 le registró 1,665 personas. Dista cinco kilómetros de la cabecera del municipio.


Yabú: Contaba con 810 personas en 1943. Dista cinco kilómetros de la cabecera del municipio. Comprende el pueblo de Yabú.


Población de los Barrios del Municipio de San Diego del Valle
según los Censos de 1943, 1931 y 1919
Barrio 1943 1931 1919
Centro 2,977 2,634 2,211
Hatillo 3,786 3,322 2,167
Jicotea 1,001 854 877
Maguaraya Abajo 1,375 1,264 1,144
Maguaraya Arriba 2,090 1,632 1,286
Mango 1,751 1,482 1,165
San Diego 1,071 1,015 925
Sitio Nuevo 1,665 1,501 1,509
Yabú 810 717 745


Ciudades, Pueblos y Lugares en este municipio: San Diego del Valle.


San Diego del Valle: Cabecera del municipio. En 1840 empezó a formarse un reducido caserío a cuatro kilómetros del Camino Real que se dirigía al del Yabú. Hasta 1856 no se habían levantado más que 15 viviendas, entre las cuales dos establecimientos mixtos, ocupadas por 65 habitantes, creándose en esa misma fecha la capitanía pedánea llamada de San Diego de Niguas.

Pero si el pueblo no crecía grandemente, la demarcación sí prosperaba, pues por el censo de 1857 llegó a alcanzar 9,831 habitantes. En 1878 se le cambió el nombre por el que indicamos aquí y al año siguiente fue creado su ayuntamiento. El censo de 1899 acusaba una disminución global en el distrito de 4,462 habitantes, pero no debe imputarse al declive de la producción y de la riqueza en su desenvolvimiento, sino como efecto de la guerra de Independencia. No obstante, fue suprimido en 1902 distribuyéndose sus barrios entre los términos limítrofes de Santa Clara, Ranchuelo, Calabazar y Santo Domingo; pero como la distribución resultó arbitraria e incómoda, al mes siguiente se varió por otra más racional, o sea, todos los barrios pasaran al municipio de Esperanza, a excepción de Jicotea, que se anexó a Santo Domingo. En 1913 por ley del Congreso de la República fue de nuevo creado el Municipio de San Diego del Valle, haciéndose entre este municipio y el limítrofe de Santo Domingo un pequeño arreglo de límites.

Durante la guerra de Independencia las fuerzas españolas instalaron su comandancia de armas en la Casa Consistorial, cosa que también hizo el gobierno de la República en los días de la Revolución de Agosto de 1906, con lo cual sufrieron dispersión muchos de los documentos, detalles y estadísticas que atesoraba el archivo municipal. En este término, durante la guerra de la Independencia, el generalísimo Máximo Gómez, en un destello de su táctica militar, hizo pelear a dos columnas españolas, creyéndose ambas que peleaban contra los cubanos. Esto ocurrió en el lugar denominado La Rosa, del barrio Hatillo.


Yabú: Pueblo en el barrio por su nombre. Está situado a unos 800 metros del río de igual denominación, sobre terreno arenoso y pedregoso. En 1846 contaba 3 casas y 13 habitantes; en 1858, 13 edificios con 27 vecinos.


Topografía

El territorio puede considerarse llano, pues las lomas de escasa elevación que se hallan en su porción suroeste, y entre las cuales se destaca la del Miradero, no alteran el conjunto panorámico de llanura que ofrece el municipio. Discurren por su suelo numerosas corrientes de poco caudal y sólo puede considerarse ríos, dentro de la relatividad del sistema hidrográfico cubano, el Yabú y su afluente el Maguaraya.


Ríos, riachuelos, arroyos y cursos de agua en general:


Yabú: Río afluente del Sagua la Grande. Nace en los terrenos de Antón Díaz, atraviesa los del barrio de su nombre y otros y vierte sus aguas en el principal, unos kilómetros más arriba de Sagua. Recoge varías afluencias, entre otras los del Yabucito y el Maguarayos.


Economía

Agricultura: El Municipio de San Diego del Valle en 1957 contaba con 1,456 fincas, siendo aprovechado un 52% de sus tierras (12,700 hectáreas) en la agricultura. Se cultivaban frutos menores que satisfacían el consumo local. Además producía tabaco y caña de azúcar para el comercio externo que eran fuentes de ingreso para el municipio.


Ganadería: En 1952 este municipio tenía 14,500 reces.

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