Diario de Las Americas
Fundado en el 1953
Horacio Aguirre
Maria Luisa Rios
Maria Luisa se nos fue tan discretamente
que apenas alcanzamos a contemplar la
expresion serena casi decidida , conque se
enfrento el despues. Cuesta trabajo pen-
sar que nos falte su intempestiva franque-
za, su quijotismo impractico , su amabi-
lidad fina , y aquella curiosa vocacion su-
ya : ser una indivualidad pintoresca, irre-
petible y comica
Por libre seleccion de su liberrimo albel-
drio , Maria Luisa escogio ser en Cuba y
en el exilio desamparador , una figura
incrustrada en el floklore de la cultura.
Un licenciado Vidriera , un enfent terri-
ble , capaz de decir , bajo el capote
"cosas de Maria Luisa " , verdaderas que
a nadie totalmente discreto se le hubie-
ra permitido.
Pequeña , rechoncha , indefectiblemente
vestida con la bata de su oficio, parecia
un Sancho Panza divertido y criollo tan
sabio como su señor , Maria Luisa no
conocia el tiempo, ni lo media , ni se le
venia arriba para amoldarle aquella apa-
rente " real gana " que dirigia su vida ,
Creo que no conocio lo " practico " , lo
" moderno " , lo " eficiente " , lo " util"
sajonas virtudes que nos van convier-
tiendo de todas las esterilidades de la
imaginacion y el sentimiento.
Maria Luisa se permitia señorar en las
horas suyas y ajenas , interrumpir , gas-
tar ese tiempo que es ! ay ! solo dinero
en llegar a nosotros con un halago , un
estimulo, , una flor , una critica, un libro
o una explosion de ira santa contra lo que
mecaniza y deshumaniza al hombre. Pre-
sumia; es mas hacia ciuidado oficio de
hablar metaforicamente , casi en parabo-
las y se complacia , puertas adentro , del
juicio que sobre el suyo, pasaban los que
no la entendian.
Cuando la muerte hace esa dificil sintesis
de una vida completa y nos presenta a un
personaje reducido a su esquema esencial,
pocos hay que dejen,como Maria Luisa ,tal
rastro de anecdotas, citas,irracionalidades
sabias , comentarios sagaces e imprompius
geniales. La misma singularidad que carac-
terizo , su pintura , marcada de palabras.
Hoy , que nos falta , qienes tuvimos la
paciencia de oirla , no de escucharla, guar-
damos las mil alhajillas de amor, de saga-
cidad , sabiduria , que esta pedagoga de
asombros , engarzaba en sus converzacio-
nes, ? Quien llamo nunca a quien a traves
del telefono y a contrapelo de prisa y hora-
rios para decirle " Ha llegado la primavera:
gracias por existir " ? Quien que no hubiera
perdido el respeto a la cordura y la valuace
en mucho menos que al asombro, hubiera
dicho ( a un vendedor de cafe ambulante):
" Deme una taza de cafe , no por el cafe
sino por el rito ..." ? Quien que estimara
en poco la honrra de las personas apuradas
y tediosas , se detendria a tomar de la acera
un pedazo de carton y preguntar ;? " que es
eso"? y ante la respuesta ( hombros en alto
y azoro l " Pues un carton", responder : "No,
es material para mi arte.. Es un carton,si,
pero yo lo llenare de estrellas , de sueños,
de inquietudes" ? Quien que no tuviera el al-
ma de candidez podria salir de su paso para
creerle a un niño --hombre ya--el imborra-
ble recuerdo de una señora que al verla pa-
sar por su ventanale dijese " Alza los ojos y
mira las estrellas . ! Mirarlas! " Y que perdiera
- invirtiera su tiempo en señalarle las conste-
laciones que dan sentido y rumbo al cielo
inumerable."
Maria Luisa tenia una curiosa paranoia que
birdeaba , por una parte la certidumbre de su
talento. " Yo tengo talento y me importa poco
que me lo reconozcan o no; lo se y me basta".
Y por otra , su candorosa creencia de que el
bien , la bondad, la belleza , son las unicas
metas validas del arte. Con frases dichas en
tarjetas , dibujabas por ella, iba a emprender
una utopica cruzada: llegaria al Papa , a los
presidentes, a los despotas y a los desafor-
tunados de la vida, a los pobres de bienes
y de espiritu . En otro proyecto tan necesario
como quimerico , iba a crear una academia de
esposas , exigencia de la cual seria que cada
uno , a su mujer , le hiciese un semanal rega-
lo de flores blancas con algun escrito en que
se ensayase la ternura.
Maria Luisa parecia hablar primero y
pesar despues ; pero esa espontaniedad apa-
rente hacia de su intrepidez innata , de su co-
raje riente , ?Como si no decir , en un mismo
aliento , a dos señoras distintas; " Usted podria
represetar a Cuba antes las cortes extranjeras,
principalmente a la de Monaco" y a la otra con
artero juicio " y usted tiene cara, de ladrona
elegante " Recuerdo el proyecto de carcel que
me tenia preparado : " carcel con barrotes y
nardos , con silencio y sin interrupciones, para
que te pases la vida escribiendo".
Hablando de damas sosas que pasan la vida
entre remilgos y juegos de canasta, me confe-
saba un dia en una de sus converzaciones pro-
lijas : " Tengo miedo de encontrarmelas en el
cielo , porque no son malas, sino tontas ". " En
cambio ", añadio riendo ," toda la gente intere-
sante , Maquiavelo , por ejemplo , debe estar en
el infierno. Me gustaria siquiera darme un pasei-
to por alla para conocerlo".
Maria Luisa era hiperbolica en el estimulo sincero.
Creo que nadie ha estimado a mas talentos jove-
nes mas hiperbolicamente. Era su modo de cose-
char la cultura y jardinearla. .
A veces cuando cuando interrumpia una sesion
solemne con su " ! Dejame hablar !" imperativo ,
se perdia la agenda de hoy pero se ganaba el ayer
de callejuelas cubanas y soles que no existen y
brisas de Malecon atardecidas.
Pocas veces le oi hablar de si misma, de su bondad
intrinseca , de su juventud pauperrima - " Yo ,
? lo sabes? vendia frutas . Si, si, frutas , en una ca-
rretilla . Pero ! eran tan lindas ! . ! Ademas , yo
sabia que tenia talento y que iba a pintar toda la
vida ! O sea , que era mas rica que muchos !.
Cuando la rondaba la muerte en las personas a
las que dedico vida y cariño , me dijo un dia " Ahora
me toca a mi . ? No ves que estan dando un especial?
Cualquier dia digo " Amen y me voy".
No pasasten en balde Maria Luisa . El dia que te
enfrentaste segura, casi con interes , a la muerte ,
ibas repleta de colores y alegrias y sueños , inunda-
das de proyectos , esperanzada y joven . ! Con que
jubilo y a la vez que riendas para poner freno a tu
exuberancia te esperarian Elena y Mirta y tantas que
te antecedieron en el paso al al misterio ! ! Que duen-
de travieso te halla dentro y que revuelos armarias a
donde llegaras! ! Hay querida , ilogica , alegre , imprac-
tica Maria Luisa , que atesoraba encajes por espumo-
sos hijos de la paciencia cuando de todo lo material
prescindia ! ! Que lecciones de asombro nos dejastes!
Y como nos reuniremos a la juguetona lumbre de tu
recuerdo para entibiarnos las manos , los que queda-
mos baldios de tu eficaz alegria ! ! Que hueco hondo
dejas en arte y en el folkore de la cultura! ? Pero ya
nos aprestamos a que no te olvidemos ni te olviden,
ni te borre el tiempo , los " Amigos de Maria Luisa Rios:!....
A instancias de Rolando Rios , sobrino de Maria Luisa ,
se ha creado un comite presidido por Concepcion Azola,
para salvaguardar la obra pintorica y los documentos de
Maria Luisa Rios.
Hilda Perera
Hilda Perera was born in 1930 in Havana, Cuba. She began writing for both adults and children at a very early age. Her first book for children was published when she was only seventeen years old. Translated into eight languages, it has been called "a minor classic of children's literature."
El duende del mar shows the author's sensitivity and understanding of children. Through a delicate narrative, rich with real-world observations in the midst of a magical setting, Hilda Perera reveals her awareness of a child's world.
She lives in Miami, Florida, and has published more than twenty books for children, a number of which have won international prizes and award
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