Saturday, May 2, 2009
Rosalia de Castro Gallegos en Cuba
Foto
Rosalia de Castro
La directiva del Centro Gallego de La Habana
distingue y reconoce el merito de Rosalia
de Castro. Corria el año del 1881
Rosalía de Castro (1837-1885), poeta española
Rosalía de Castro escribió su obra en las lenguas gallega y castellana. Es la figura central del "rexurdimento" de la literatura gallega en el siglo XIX, por ser autora de "Cantares gallegos" (1863), la primera obra de la Edad Contemporánea enteramente escrita en gallego. En 1963, centenario de la aparición de "Cantares gallegos", se instituyó el Día de las Letras Gallegas. Desde entonces, todos los 17 de mayo se dedican en Galicia a un autor significativo para la cultura gallega.
Nació en Santiago de Compostela el 24 de febrero de 1837, hija de una mujer soltera, María Teresa de la Cruz de Castro, perteneciente a la baja nobleza gallega y del seminarista y luego capellán, José Martínez Viojo. Sus tías paternas la criaron en la aldea de Ortoño y a los 10 años pasó a vivir con su madre. Aunque se sabe poco de su educación, ya de niña era notable su capacidad de versificación: hizo sus primeros versos a la edad de 12 años. También le gustaba el dibujo, la música y la declamación. En Madrid, ciudad donde se trasladó por razones familiares en 1856, conoció a Manuel Murguía, erudito cronista de Galicia, con el que se casó dos años más tarde y de quien al año siguiente de su casamiento tuvo su primera hija. Después daría a luz seis hijos más. Vivió dedicada a sus hijos, al hogar y a su marido. Éste fue un constante y ferviente impulsor de la obra de Rosalía. Él dio a la imprenta "Cantares gallegos" y fue quien la puso en contacto con Bécquer y su círculo. En 1857, Rosalía publicó su primer libro poético, "La Flor", marcadamente romántico, al que siguieron "Cantares gallegos", de 1863, y "Follas Novas", de 1880, ambos en gallego. Su obra maestra, "En las orillas del Sar", se publicó en castellano en 1884. Debido al trabajo de su marido, cambió de residencia varias veces, pero en ningún sitio se encontró mejor que en su Galicia natal, que desde 1868 ya no abandonaría. Su salud fue delicada, estuvo luchando siempre con la enfermedad y a menudo con cierta penuria. En sus obras puede apreciarse su gran personalidad, su carácter recio y una profunda empatía con los desvalidos: en concreto, con la emigración de los campesinos gallegos. Murió de cáncer en su casa de Padrón, A Coruña, hoy convertida en museo, el 15 de julio de 1885. Su cuerpo hoy reposa en el Panteón de Galegos Ilustres en la iglesia de santo Domingo de Bonaval (Santiago de Compostela)
Con "Cantares gallegos" se situó como precursora, junto a Curros Enríquez y Pondal, de O Rexurdimento cultural de Galicia. El libro tiene reminiscencias de la antigua lírica gallego-portuguesa, especialmente de la popular, con notables innovaciones métricas, y protesta contra el centralismo castellano y la vida miserable del campesino gallego que le obliga a emigrar. Por su parte, en "Follas Novas", ve el mundo como adversidad, y la existencia humana como dolor, con toques intimistas. Algunos críticos lo consideran el mejor de toda la poesía gallega.
Los poemas de "En las orillas del Sar", desprovistos de cualquier esperanza, suponen un punto de partida de la lírica moderna. Rompen con las formas métricas de su tiempo y presentan unas imágenes religiosas inquietantes y muy poco tradicionales. Galicia sólo aparece episódicamente, aunque ciertas metáforas evocan realidades de su país que es preciso defender. La emoción personal ante la felicidad que nunca se consigue resume la tremenda inutilidad que implica la aspiración a la belleza sobrenatural. Algunos de sus símbolos inspiraron a Antonio Machado. Por su parte, Juan Ramón Jiménez la situó entre los predecesores de la revolución poética iniciada por Rubén Darío. La crítica actual subraya su feminismo pionero.
Rosalía de Castro también fue autora de las novelas "La hija del mar" (1859), de carácter folletinesco; "Flavio" (1861), una novela sobre la imposibilidad del amor, y la costumbrista "Ruinas" (1866). Además publicó las tituladas "El caballero de las botas azules", en 1867, y "El primer loco", en 1881. La crítica las sitúa muy por debajo de su poesía, aunque destaca los elementos fantasiosos y poco usuales en la narrativa de su época.
Obra
• 1857 La flor • 1859 La hija del mar • 1861 Poemas en el Álbum de la Caridad; Adiós que eu voume; Flavio • 1863 A mi madre; Cantares Gallegos; El cadiceño • 1864 Contos da miña terra • 1866 Ruinas; Las literatas • 1867 El caballero de las botas azules • 1871 Elexía a John Moore • 1880 Follas novas • 1881 El primer loco; El domingo de Ramos; Padrón y las inundaciones • 1882 Mi tía la de Albacete • 1884 En las orillas del Sar>
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