Una trágica historia
Yalennis Valero, que tenía 23 años cuando murió de un tiro en la nuca en su casa de Càlig, llegó de Cuba a Galicia de la mano de Isauro López Hidalgo como amante de éste, quien le puso un piso en la localidad amiense de O Milladoiro y le compró un automóvil. Todo iba bien hasta que en un momento dado a Yalennis le llegó el desamor y decidió abandonar a López Hidalgo y marcharse con su hermana a vivir a un chalé a Càlig.
Isauro López no se lo tomó bien, ya que la joven recibió, según escribió ella a su familia y luego manifestaron en el juicio que se celebró a finales del pasado año contra el sicario, amenazas de su ex amante.
Aquel fatídico día Yalennis y su hermana Yairet habían ido a unas fiestas en una localidad cercana a Càlig. Cuando regresaban de madrugada se les estropeó el automóvil y mientras esperaban la asistencia mecánica, pasó por el lugar Juan Manuel Mata, un joven de 25 años amigo de Yalennis, quien se ofreció a llevarla hasta casa mientras Yairet esperaba por el coche.
Nada más se supo de ellos hasta que fueron encontrados muertos. Ambos atados de pies y manos y con tiros en la cabeza. Comenzó la investigación del doble crimen y la UCO se centró, casi de inmediato, sobre Isauro López Hidalgo, como había adelantado EL CORREO. En varias ocasiones registraron oficinas, viviendas y el yate del constructor compostelano, que fue interrogado sin que arrojara ninguna luz al doble homicidio.
Pero los investigadores no tardaron mucho en dar con Emilio Pérez Ribera, quien a finales de 2008 eran condenado a 45 años de cárcel como pena por haber ejecutado a los dos jóvenes en un crimen por encargo del que aún se no conocía al inductor.
Antes del juicio también fueron detenidos por la Guardia Civil Michaela Dankova, la esposa de Pérez Ribera, aunque posteriormente fue puesta en libertad sin cargos, y Manuel Antonio Mas, presunto intermediario que contrato a Emilio Pérez, al que había conocido en la cárcel.
. aorgaz@elcorreogallego.es
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