Es muy dificil encontrar mendigos en Cuba. Sin embargo,
antes habia no menos de 5,000. Un buen dia , los milicia-
nos los recogieron a todos. .Los ancianos fueron a los hos-
pitales y asilos, a los niños a los nuevos establecimientos*
diendose por las distintas regiones del pais.
Con la misma efectividad , se termino en un mes con la de-
lincuencia juvenil, la de aquellos que en Cuba llaman pepilli-
tos, hijos consentidos de familias acomadadas. Por sus habitos
se asemejaban a los skunna folks de Estocolmo y a los blou
sons noirs ( camperas negras) de Paris ; a los teddy boys de
Londres ya los JD`s de Nueva York. Como ellos y seguramente
influenciados por el cine y las revistas sensacionalistas se entr-
gaban a numerosas tropelias. Piloteando los Cadillac de sus
padres o autos robados para la ocasion , caian en banda sobre
las gentes atropellandolas; hacian escandalos en bares, parques
u otros lugares ; desstruian o robaban objetos de los servicios
publicos; secuestraban muchachitas - generalmente sirvientas
de la Quinta Avenida y otras zonas residenciales-para violarlas
despues...La gente se indigno. En otras epocas tal vez no se hu-
bieran animado hacerles frente , pero ahora el pueblo se ha acos-
tumbrado a intervenir activamente en la cosa publica. Donde
aparecian las bandas, los vecinos se organizaban para castigarlos.
El gobierno anuncio que que los integrantes de las de tales pandi-
llas o patotas serian enviados a trabajar a la Cienega de Zapata.
Y que serian confiscados los bienes de sus padres.
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