Wednesday, July 14, 2010

Durruti Leon 14 de Julio



Buenaventura Durruti nace en León, el catorce de julio de 1896, siendo el segundo de los ocho hijos del matrimonio entre Santiago Durruti, un trabajador ferroviario, y Anastasia Dumangue.1 Santa Ana, el barrio donde vive desde pequeño, es un lugar modesto, de casas pequeñas y viejas habitadas por los obreros de la ciudad.2 Hasta los ocho años de edad asiste a la escuela de la calle de la Misericordia, ganándose la fama de niño travieso, de nobles sentimientos y cariñoso.


La Huelga
A raíz de la huelga de curtidores de León en 1903, que se prolongó por nueve meses, la familia de Buenaventura Durruti se ve económicamente muy golpeada, por lo que Durruti pasa a la modesta escuela de Ricardo Fanjul. A los catorce años abandona los estudios y se hace mecánico bajo la tutela de Melchor Martínez, un socialista que tenía en León cierta fama de revolucionario.3 Durante dos años, Melchor Martínez le enseña todo lo que sabe sobre mecánica y socialismo; cuando no tiene más que aprender, Durruti se traslada al taller de Antonio Mijé y se especializa en el montaje de lavadoras mecánicas para lavar los minerales extraídos de las minas.
En 1912, siendo mecánico, se afilia por influencia de su padre y de Melchor Martínez a la Unión de Metalúrgicos, asociación adscrita a la Unión General de Trabajadores, pero pronto deja de sentirse atraído por lo que considera un socialismo moderado. Después de abandonar el trabajo de mecánico, Durruti trabaja como montador de lavaderos de carbón, en la ciudad de Matallana; durante la instalación de uno de los lavaderos se envuelve en una rencilla con los obreros, quienes buscaban la destitución de uno de los ingenieros de aquella empresa. El ingeniero es despedido y Durruti, al regresar a León, se percata de que la Guardia Civil lo vigila.
Participó en la huelga general revolucionaria de 1917 como militante de la UGT, de la que sería expulsado por defender posiciones revolucionarias. Se trasladó en 1920 a Barcelona, donde se afilió a la CNT]. En 1922 formó junto con Joan García Oliver, Francisco Ascaso y Ricardo Sanz el grupo «Los Solidarios», con el que perpetró un atraco al Banco de España de Gijón en 1923. Se le imputó también el asesinato del cardenal Juan Soldevila y Romero, uno de los principales financiadores en Aragón de los comandos de pistoleros blancos de la patronal, que asesinaban a militantes obreros destacados. Tuvo que huir a Argentina y luego a Chile, donde, junto a compañeros anarquistas, lleva a cabo el primer asalto en ese país. El atraco es parte de una campaña para juntar recursos a fin de liberar a compañeros que se encontraban en algunas cárceles de España. Continuó luego su paso por otros países latinoamericanos y europeos. En Francia es encarcelado junto a Francisco Ascaso y Gregorio Jover por su participación en las actividades revolucionarias en España, por lo cual comienza una gran campaña internacional a favor de su amnistía que concluye con la liberación de los 3 presos anarquistas.
En 1931 volvió a España, y se integró en el sector faísta (próximo a la FAI) de la CNT —beligerante con la II República— y tomó parte en las insurrecciones de Figols 1932 y 1933. A consecuencia de ellos, fue deportado por el gobierno republicano, como preso preventivo junto a otros anarcosindicalistas a Guinea Ecuatorial y Canarias, en el barco mercante Buenos Aires.
Durante todo el periodo republicano participa activamente en huelgas, mítines y conferencias por todo el territorio nacional, pasando numerosas veces por la cárcel.



Cortesia de la Wikipedia
Su muerte
Aproximadamente a la una de la tarde del 19 de noviembre de 1936, en la calle Isaac Peral, menos de dos horas después de haber sido entrevistado en la calle en Madrid para el noticiario filmado del PCUS, Durruti es herido en el pecho por una bala de extraña procedencia; en grave estado, es llevado al Hotel Ritz, sede del hospital de las milicias catalanas, donde muere al día siguiente a las cuatro de la mañana. La autopsia reveló que el deceso de Durruti se debió a los destrozos causados por una bala calibre nueve largo, la cual penetró el tórax y lesionó importantes vísceras. Su cuerpo fue entregado a los servicios especializados del Municipio de Madrid para ser sometido a un proceso de embalsamamiento, ya que sería trasladado y enterrado en Barcelona.4 Su deceso es ocultado a la población con el fin de evitar desánimos
La muerte de Durruti ocurrió en oscuras circunstancias que han propiciado la aparición de diversas hipótesis para explicar su deceso. Según la CNT, escuetamente fue una «bala fascista». Las emisoras de radio de la zona nacional les atribuyeron el hecho a los comunistas, quienes a su vez aseguraron que el atentado había sido ocasionado por trotskistas o hasta por los mismos anarquistas debido al enfrentamiento de éste con su propia dirección. Se ha dicho también que fue víctima de unos ladrones que él mismo intentaba detener. También se asegura que fue un disparo salido de su propia arma (a pesar de que las armas no se disparan solas): algunos afirman que se le cayó su fusil ametrallador, mientras que otros aseguran que Durruti sólo portaba un Colt 45.5


Buenaventura Durruti es una de las grandes referencias del anarquismo español. Existe abundante literatura sobre su figura, siendo el estudio más significativo por el momento la obra de Abel Paz.

Libro - 2004
DURRUTI EN LA REVOLUCIÓN ESPAÑOLA – Abel Paz
Publicado por David L

Hace más de dos años que tenía este libro en mi bilblioteca sobre la Guerra Civil española, pero sus más de 700 páginas y la tipografía de las mismas me echaban para atrás a la hora de decirme a emprender su lectura. Ahora, una vez leído, me doy cuenta que tendría que haber sido un libro prioritario entre mis lecturas. Ha merecido la pena darse el atracón de letras que trae este magnífico libro sobre la figura de Durruti escrito por Abel Paz.

El libro se divide en cuatro bloques:

1) EL REBELDE ( 1896-1931); en este bloque descubrimos la gestación en la personalidad de Durruti de la conciencia social y el paso adelante que da el protagonista al implicarse de lleno en la acción armada para conseguir, como mínimo, la caída de la Monarquía. Junto a Ascaso, el otro gran líder del anarquismo español, forman un tandem con la suficiente energia como para llegar a preparar un atentado contra el Rey Alfonso XIII durante una visita de éste a París. Ambos fueron detenidos en Francia y condenados a prisión. Durruti había unido definitivamente su vida a la causa de la revolución y ya no habría vuelta atrás.

2) EL MILITANTE (1931-1936); esta segunda parte es interesantísima. Una vez establecida la República en España, las difeferencias dentro del anarquismo se acentuarían. Por una parte, estaban los partidarios de asimilar a la CNT en las esctructuras del Estado al estilo de la UGT( casos como Angel Pestaña o Joan Peiró), es decir, partidarios de orientar a la CNT-FAI hacia posiciones más sindicalistas. Por otro lado, los Ascaso, García Oliver, y Durruti eran más conscientes de la personalidad revolucionaria del sindicato, y para ello eran favorables a una mayor potenciación de su vertiente anarquista. La revolución debería ser el único objetivo a conseguir. Para ello habría que pasar por encima de la clases burguesas, ya fueran de izdas o de derechas, estuvieran en Monarquia o en República. La revolución obrera estaba por encima de estas cuestiones coyunturales.

3) EL REVOLUCIONARIO ( 19/07/1936 al 20/11/36); penúltima parte de esta biografía. Entramos ya de lleno en la lucha callejera en Barcelona en los primeros días de la sublevación. Una vez vencida ésta, la CNT-FAI alcanzaba su sueño dorado aquel verano de 1936: poner en marcha la tan anhelada revolución obrera. Pero una vez más las discrepancias internas hicieron su aparición, malogrando en cierta manera la victoria en las calles de toda Cataluña. Las tensiones con el gobierno de la Generalitat, con el Gobierno Central de Largo Caballero, la lucha en el frente de Aragón y la muerte en la ciudad Universitaria terminan de completar este bloque.

4) LA MUERTE DE DURRUTI; en este último apartado, el autor se dedica a desmenuzar como si fuese un novela de intriga las diferentes versiones que sobre la muerte de Durruti han llenado libros y libros durante más de 70 años. Todavía hoy no está clara la forma y manera de la muerte de Durruti. Lo único seguro es que Buenaventura Durruti, el anarquista más importante de la Historia de España, cayó en Madrid aquel 20 de noviembre de 1936 y, con su muerte, también el anarquismo empezó a cavar su propia fosa.


Autores: Abel Paz
Editores: La Esfera de los Libros
Año de publicación: 2004
País: España
Idioma: Español
ISBN: 9788497341974
739 páginas.

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