Sunday, March 8, 2009

Allen Ginsberg en La Habana by Jose Mario


Conoci a Alle Ginsberg en 1965:nos disponia-
mos a publicar una revista que se llamaria
Resumen Literario El Puente 1, en uno de
cuyos numeros se incluiria - Aullido- . El
traductor , David Bigelman, trataba de hacer
contacto con Ginsberg, mediante unos estu-
diantes norteamericanos que estuvieron en
Cuba y decian conocerle. Despues supimos
por la prensa que la Casa de las Americas
le invitaba a formar parte del jurado de poe-
sia de ese año . La tarde que se anuncio su
llegada , la pasaba con unos amigos de la
Union de Escritores . A las diez de la noche
y cuando cerraron la Union, salimos un grupo,
mandamos a dos por una botella de bebida,
mientras los otros esperabamos. Al poco
rato aparecieron los que fueron por la botella,
con un hombre de barbas gafas y principio de
calvicie, envuelto en un sarape mexicano: se
trataba de Allen Ginsberg. Le vieron caminando
frente al Habana Libre con su aire de profeta
e intuyendo era el poeta de que tanto hablamos
le invitaron a tomar algo con nosotros. Se mos-
tro de inmediato jovial Nos pregunto que con
que podia quitarse unas ladillas que le habian
pegado en Mexico. Entre bromas y risas le
llevamos a una farmacia de turno donde le in-
dicamos comprar un pote de ungento de sol-
dado. De alli nos fuimos al Club Atelier. Un
joven matrimonio del grupo comenzo a hacer-
le preguntas sobre los beatniks y la actitud
que mantenian en la actualidad , Ginsberg se
mostro interesado cuando le hablamos de que
dirigiamos una editorial y comenzariamos la
publicacion de una revista con un poema suyo.
El tema de la Revolucion cubana, los jovenes y
la cultura salio a reducir inmediatamente . Las
preguntas giraron en torno a la libertad sexual.
En esos dias se sucedian en La Habana las de-
puraciones de las Escuelas de Arte y la per-
secucion contra los homosexuales tomaba un
caracter inquisitorio y siniestro. Ginsberg in-
sistio: el joven matrimonio le explicaba los
detalles . La botella de bebida se cayo en lo
animado de la convesacion. Salimos a la calle.
Manolo y yo nos adelantamos con el por el
Vedado. Nos dijo que se hospedaba en el Hotel
Riviera. Manolo estaba traduciendo unos frag-
mentos de -Kaddish- y otros poemas . Gins-
berg nos hablo de su poesia y la diferencia que
existia entre ella, la de Ferlingetti y otros poe-
tas beatniks . Segun el su poesia a ese respecto
era como el verso de la Oda de Lorca a Whitman
- su barba llena de mariposas-, insitio en que el
veia las mariposas en la barba como Lorca y otros
solo la barba. Le dejamos en la esquina del hotel
y quedamos en verle al otro dia por la tarde , para
confrontar las traducciones.
Eran cerca de las siete cuando entramos al hotel.
El ascensorista se nego a subirnos y nos mando a
la carpeta. Le explicamos al empleado de la car-
peta que veniamos a ver al poeta norteamerivano
para confrontar unas traducciones . Nos dijo que
estaba prohibido subir . Le hicimos llamar a Gins-
berg . Este bajo y nos hizo subir a su habitacion,
mostrandose molesto por la actitud que tuvieron
con nosotros. Despues de un rato de conversacion
en que le explique en que consisten las Ediciones
El Puente y los jovenes poetas y escritores que pu-
blicamos en ellas, le enseñe los libros . Se refiere
Ginsberg a que un joven estudiante de las Escuelas
de Arte le visito esa mañana , leyendole unos poe-
mas y explicandole las persecusiones y depuracio-
nes que se sucedian en dicha escuela ( mas la po-
licia a la salidad del hotel ese dia ) . Leiamos algu-
nos poemas . Ginsberg queria que los poemas que
estaba traduciendo Manolo fueran adaptados a la
realidad cubana, vertiendolos al lenguage de ese
momento. Me explico como algunas paralbras usa-
das solo por beatniks habian tomado un caracter
popular . Le hable del recital que dimos en un Club
( El Gato Tuerto) con compositores e interpretes
populares y el efecto que esto causo , y como pen-
sabamos realizar el otro. Me dijo que si el aun esta-
ba en La Habana podria participar . Si existin per-
secusiones en Cuba por la manera de vestir, etc.,
? como era que a el lo invitaban? ? Que era el
- feeling- y - enfermitos- ? En unas horas Ginsberg
logro informarse de muchas cosas y no cesaba de
confrontarlas. En esto subieron del periodico Hoy .
Venian a hacerle una entrevista Manuel Diaz Marti-
nez se sento. Nosotros estabamos sin zapatos y
recostados comodamente en ambas camas. Sr.
Ginsberg, dijo muy serio pasado un rato de asombro:
" Que le diria usted si encontrase a Fidel Castro ?"
Ginsberg le respondio que si no habia otra cosa que
ver en La Habana que al Castro, pero, en fin, si el
lo viera le diria que no continuase fusilando. Que
en vez de fusilar castifase a los condenados a ser
ancensoriastas del Hotel Riviera. Que no persiguiese
mas a los enfermitos, pues estos representaban el cau-
dal de sensibilidad dle pueblo cubano, y permitiese la
venta libre de mariguana, pues los medicos habian
probado que era menos dañina que el alcohol. Y que
no persiguiese a los homosexuales , porque , como le
dijo su amigo el poeta Voznisenski , el comunismo era
una cosa del corazon y el creia que el homosexualismo
tambien , pues cuando dos hombres se acostaban contri-
buian a la paz a la solidaridad por lo que no esra incom-
paible con el comunismo. Prosiguio Martinez: -? Que
haria usted si ganase el premio Nobel?- Comprar un
quintal de mariguana, repondio Allen , - y lo que sobre
donarlo para el cine independiente de New York El
periodista desistio de hacer mas pregunta y continuo
tomando notas en su libreta mientras converzabamos. Un
momento antes de que se retirase, Ginsberg le dijo: -
?Me asegura que su periodico publicara todo lo que he
dicho? - ! Como se llama el director de su periodico ?
- siguio Allen, "Blas Roca', contesto Martinez , - Bueno
pues si no se publico yo voy a ir a hablar con Blas Roca
y convercerlo de que lo publique- , prosiguio Ginsberg.
El periodico salio y nos estuvimos riendo. Allen bajo acom-
pañandonos hasta fuera del hotel.
Por la mañana lei en el periodico El Mundo un articulo de
Angel Augier celebrando la llegada del rebelde beatnik
a la Habana.Ginsberg se convertia en acontecimiento. Nos
vimos por la tarde y entre chistes y botellas de cerveza ,
Ginsberg hizo en la cafeteria de la UNEAC varias fotos de
los carteles del recital y de nosotros. Le traje unos collares
de Santeria y encontado se colgo al cuello a Chango , Ochun
Yemaya y Elegua. Me preguntaba por el significado que tenian
los colores de las cuentas. Nos enseñoel Corno donde apare-
cia un poema suyo y lo copio dedicandoselo a un muchacho
de la mesa. Me dicia si estos collares no lo usaban solamente
las mujeres. Le explique que cada uno representaba un dio
africano y lo mismo los usaban los hombres que las mujeres.
Le prometi un libro que habiamos publicado; Poesia Yoruba,
Manolo y yo pedimos un papel en la Union que hiciera constar
que el estaba trabajando en unas traducciones de los poemas
de Ginsberg, para que lo dejaran subir al hotel sin complica-
ciones. Nos despedimos , Ginsberg y Manolo siguieron para
el Riviera.
Al dia siguiente , por la tarde , supe que Manolo habia sido
detenido a la salida del hote: le llevaron a la Estacion de Poli-
cia y le ficharon como delincuente juvenil ) por tratarse de un
menor de edad, entregandolo esa madrugada a su madre con
el papel de acusaion que decia" Por andar con extranjeros".
Avizado Ginsberg , fue a hablar con el poeta Nicolas Guillen.
Vi a Ginsberg mas tarde y estaba confuso. Guillen le habia
dicho que se trataba de un error. ( A pesar que Manolo mostro
a la policia el papel de autorizacion para las traducciones .)
Decidimos tomar precauciones. Nos veriamos en sitios como la
UNEAC o en mi casa. Tomariamos siempre un taxi y luego otro.
Ginsberg deseaba seguir reuniendose y hablando con nosotros.
Sastre le habia pedido un trabajo sobre su estancia en Cuba y
tendria entera libertad para decir la verdad de lo que pasase
o le ocurriese. Tambien temia escribir algo que nos perjudicara.
Queria saber mas. Segun el, un documento sobre Cuba que no
fue especificamente humano, seria tergiversado politicamente.
Nos hablo de hacer una antologia de despues de la revolucion
para llevarsela a Ferlingetti , con destino a su editorial.
Queria que nos pusiesemos a trabajar en esto lo mas seria-
mente posible y cuanto antes, pues al quedar constituido el
jurado de la Casa de las Americas el tendria bastante trabajo le-
yendo los manuscritos. Esa noche se daba un recital de los can-
tantes de feeling en el " Amadeo Roldan". Sacamos nuestras
entradas . Ginsberg estaba hablando con algunos intelectuales
del jurado de Casa de las Americas. Se acerco a nosotros y nos
dijo que nos invitaba a sentarnos con ellos. Despues de terminado
el recital , nos despedimos. Allen se fue en un coche del ICAP.
Manolo y yo subimos por la acera del Carmelo hacia Linea. De
un coche salio un hombre vestido de oscuro: < Estan detenidos>,
nos dijo. Tenia la mano dentro del bolsillo como si nos estuviera
encañonando . Nos metieron en un coche perseguidor con cuatro
policias y nos condujeron a una estacion . El hombre nos subio ,
dio su nombre y nos condujo por la izquierda a otro comparti-
miento, presentandonos ante otro hombre que estaba vestido
de civil tambien.< Aqui estan >, le dijo. < ? Estos son, eh?> le
respondio , e hizo un gesto como diciendo : < que esperen afue-
ra>, y siguio mirando unos papeles. Cerca de nosotros habia un
escandalo y una discusion. Tres de los muchachos que mandaron
a sentarse cerca de nosotros los conociamos: nos dijeron que esta-
ban dando un recital de poesia en el " Habana Libre" y al formarse
una reyerta entre dos que estaban alli,tuvieron que venir a decla-
rar , pero que se irian dentro de unos momentos. Les explique
nuestro caso en una fraccion de segundos, les di el telefono del
Hotel de Allen , el de la UNEAC y el de varios amigos para que aviza-
ran inmediatamente que nos encontrabamos detenidos injustifi-
cadamente. Un hombre los mando irse. No habia pasado media
hora cuando aparecio el administrador de la UNEAC lo dejaron
llegar hasta nosotros despues de identificarse. Le dije como fui-
mos detenidos. Discutio , bajo, , un rato con los policias. Volvio
y nos dijo que nos soltarian enseguida. Se fue. < Es un error>,
nos dijeron. No obstante , levantaron un acta: < Por rutina>,
segun ellos. Allen seguia en el hotel hablando con otros intelec-
tuales , para redactar un documento de protesta si no nos solta-
ban.
Nos reunimos a la mañana siguiente, tratando de explicarnos
a nosotros mismos si se trataba del comienzo . Existia la des-
confianza de que se tratase de una cosa premeditada y no de
un error . Los chismes en torno a la estancia de Allen con noso-
tros tomaban auge. Me pidieron entonces que dejara de verle.
Pense que la personalidad de Allen estaba por encima de toda
mojigateria. Por la tarde fuimos a oir discos de Bob Dylan y otros
que no se conocian en Cuba. Allen me explicaba su casi sistema
poetico a base de notas recopiladas en un cuaderno: ahi lo iba
apuntando todo, copiando lo concerniente a cuanto lograba im-
presionarle y sus propias impresiones , hechos y sentimientos;
despues lo transferia todo al poema como materia poetica, lo
transformaba mediante la tecnica que dicha materia exigiese.
De notas asi nacieron largos poemas como " Kaddish" y
" Aullido".Apuntaba de esa forma todo lo que le sucedia desde
su llegada a Cuba. Leyo unos poemas de Carlos William Carlos
( que habia sido su maestro), esplicandomelos minuciosamente,
asi como unos poemas de Ezra Pound, y cuando intente decir ,
" La cancion de Amor de Alfred Prutrock" manifesto que la poesia
de Elliot habia envejecido, " Los poetas supuestamente revolucio-
narios caen en el error de narrar la realidad tal y como la ven ,
negando asi cualquier otra posibilidad; por eso son los negadores
mismos de la realidad" - Me hablo de los libros presentados en
la Casa de las Americas. Y se refirio al original de un libro mio,
segun el cual yo caia en el error contrario: " Muy sibjetivo", me dijo.
-" La cuestion es mezclar las dos cosas". Repitio que el consideraba
sin embargo , su poesia como poesia naturalista. Tenia un nuevo
concepto del naturalismo. Por la noche nos reunimos con Lisandro
Otero, Marcia Leiseca, Edmundo Desnoes y Maria Rosa, por deseos
expresos de estos, los vuales deseaban enterarse de lo que real-
mente ocurria en torno a nosotros.
Conoci por azar al muchacho de las Escuelas de Arte que visito
a Ginsberg. Me conto con detalles como fue la detencion y los
interrogatorios a que lo sometieron. Eran policias secretos del ICAP
( Instituto de Amistasd con los Pueblos). Lo amenazaron para que
no volviese a ver a Allen. Le dejaron irse, pues conservaba todavia
el carnet de militante de la Juventud Comunista. ( En realidad habia
sido expulsado de la misma por no haber estado de acuerdo ). Fue
a ver a Ginsberg por curiosidad y admiracion. Intentaba que los inte-
grantes del jurado Casa de las Americas no tuviesen contancto con
jovenes que no se considerasen de confianza , para que no pudieran
enterarse de las cosas que sucedian en esos momentos: persecuciones,
depuraciones, detenciones absuerdas y vejaciones. Con los viejos
intelectuales acomodados no habia problemas y mucho menos con
los jovenes - o que se decian jovenes- que pactaban con aquella situa-
cion . Estos podian hablar cuando quisieran. Incluso dar fiestas en
sus casas para demostrar a dichos intelectuales la libertad existente
en Cuba. Asi se dio el caso de un conocido capitan del Ejercito , que
facilito mariguana a Ginsberg.
Otros jovenes lograron hablar con Allen. Le esperaron a la puerta de la
Union un dia que estabamos en la cafeteria y le llevaron a un sitio que
desconozco. Parece que esta confrontacion lo decepciono aun mas sobre
lo que pasaba en Cuba.
Le llevamos una tardee por La Habana. El mismo nos fue conduciendo
hacia la parte del Parque de la Fraternidad. Se sento en la esquina que
hace la Sears y nos pidio que lo dejaramos un rato.
Cuando volvimos estaba triste. " Hace unos diez años me sente en este
mismo sitio y escribi un poema; hoy no me ha salido nada", nos dijo.
Despues le lleve al Bar Cabañas , mostrandole por donde habia entrado
Fidel.
Ginsberg iba por las librerias y preguntaba por nuestros libros. Se mos-
traba ensombrecido por la propaganda antinorteamericna:" Hasta en los
libros para niños", repetia. Llevaba dos pequeños cimbalos traidos de
su viaje a la India ( con Salvador Dali ) y cantaba en culquier parte, acom-
pañandose con ellos, una cancion hindu que me copio en un pequeño
block ( la misma que le oi en el documental Son and Daughter ). " Es un
ejercicio para el estomago", y cantaba en las guaguas , en la calle, en
las recepciones.
Hubo una recepcion de bienvenida en la Union de Escritores al jurado de
la Casa de las Americas. Fuimos invitados . La secretaria de Hayde Santa-
maria nos acerco a esta, para que hablasemos con ella Allen, Manolo y
yo. La señora Santamaria nos dijo que despues de haber hablado con el
capitan Abrantes, este le comunico que nuestra detencion se debia posi-
blemente a un error. Hicieron muchas fotos y una salio al otro dia en el
periodico El Mundo.
Comence a notar que mi apartamento continuaba vigilado por la policia.
Ginsberg habia dicho que pensaba despues de terminado el concurso,
quedarse en Cuba, tratar de alquilar un coche e ir por toda la isla para
escribir un libro. Visito varias veces mi apartamenteo. La Casa de las
Americas se lo llevo con todo el jurado a Santiago de Cuba. Le prepara-
bamos una comida en casa de unas amigas para cuando volviese. Fija-
mos un dia para la comida. Esa mañana pase por la Union de Escritores
y supe que habia sido expulsado: la policia lo saco del hotel y lo metio
en un avion rumbo a Praga. El escandalo del ida consistia en diversos
comentarios sobre la actitud de Ginsberg en Santiago de Cuba y ciertas
declaraciones relatival al " Che : Guevara y Raul Castro.
Dias despues recibiamos una carta desde un hotel de Praga. La carta era
de Allen Ginsberg , el cual atestiguaba que nosotros nunca lo molestamos
y citaba como testigos de sus palabras a los intelectuales reunidos en el
evento de la Casa de las Amerivas de ese año y a la propia Hayde Santa-
maria; tambien aclaraba que el dia del suceso del " Amadeo Roldan" , el
nos habia invitado a acompañarlo como muchas otras veces. Dando todos
los detalles posibles, Ginsberg trataba de anticiparse con esa carta a cual-
quier hecho que pudiera realizarse contra nosotros. Las precauciones de
Allen fueron justificadas: pasados unos dias recibimos una citacion , por
la cual ibamos a ser sometidos a un juicio.
Mi apartamento era vigilado dia y noche. Temi lo peor. Empezo a decirse
que el libro de Manuel Ballegas Con temor, era un libro contrarrevolucio-
nario . Fui a la imprenta y me encontre con la sorpresa de que el libro no
aparecia. Una persona de la UNEAC me llamo para decirme que estaban
tratando de cerrar las ediciones. Especificamente, Onelio Jorge Cardoso
y Fayad Jamis. Uno de estos se apodero del libro de Manolo y se lo entre-
go a un comandante, quien a su vez se lo hizo llegar a Fidel Castro como
prueba de que Ediciones " El Puente" corrompia a los jovenes. Pense que
la cosa no tenia razon de llegar a tanto y lo tome como un chisme o intriga.
Llame a la secretaria de la Sra. Santamaria y le dije lo del juicio. Me contes-
to que se trataba de un tramite rutinario y que no temiera , que todo esta-
ba arreglado. Teniamos un recital ( el segundo) . Empezaron a poner obs-
taculos. Recibi llamadas telefonicas y amenazas que calle para que la gente
no temiera ir al recital. Asi se dio en una atmosfera de tension e incerti-
dumbre . Otros libros fueron sustraidos de las imprentas. Pasaron los dias y los
titulos planificados no aparecieron.
Tome toda clase de precauciones, en caso de que ocurriera algo en el juicio.
Vi un abogado y me dijo que delito en si no existia. ( Se nos acusaba de
" parecer homosexuales" y " andar con extranjeros".) lLo que estaria haciendo
la policia era tratar de hallar alguna prueba en mi apartamento . ? Prueba
de que ? Se tradujo la carta de Ginsberg . Personalmente hable con varias
personas que pudieran ayudarme . La unica solucion era esperar.
Fui a ver a Fernandez Retamar , a quien me encontre antes en la UNEAC aca-
bado de llegar de Praga. Me dijo ( con su ambivalencia y temor y habitual)
haber visto a Ginsberg y el exito de este es la Universidad de San Carlos, de
donde lo sacaron en hombros. Conto Retamar que a su regreso a Cuba, coinci-
dio en el mismo avion con el " Che " ( Ernesto Guevara ) que regresaba de Africa
y este, enterado de la forma en que explusaron a Ginsberg, mostro su desagra-
do . Retamar se manifestaba comprensivo en cuanto a la actitud de Ginsberg ,
su personalida y la impresion que esto debio causar en nosotros. Tuve la sen-
sacion de que tal vez yo exageraba mis temores.
El dia del jucio no aparecieron acusadores. El juez , con una sonriza , nos decla-
ro absueltos. Una noche converzaba con unos amigos en 23 y O . Se acerco un
conocido de la Universiad . "? No te has enterado"? , me dijo" ? De que?, le con-
teste . "Fidel Castro acaba de nombrarlos a ustedes en la Universidad" " ? A mi?".
le dije , Fidel por lo visto ,e staba en lo que iba a ser la Escuela de Filosofia y
un grupo de alumnos comandados por Jesus Diaz empezo a hablar de la cultu-
ra. Fidel se refirio a Carpentier, a la Casa de las Americas y al ICAIC. depues a
la Union de Escritores , expresandose despectivamente respecto a Guillen . Uno
de los presentes le grito : " Fidel , ? y El Puene?" , " El Puente lo vuelo yo " , dijo
agitando un manuscrito que tenia en la mano, y prosiguuio hablando. ( El manus-
crito del libro era el de Manolo , al decir de Rodriguez Rivera, que manifesto haber
estado presente ,) Despues de esto , Nicolas Guillen me ciot, comunicandome que
en vista de lo ocurrido en la UNEAC no se responsabilizaba con las ediciones . De
esa forma se nos negaba el derecho a imprimir y ser distribuidos. Cuando por la
tarde fui a buscar la Segunda Novisima de Poesia Cubana, que se terminaba de
imprimir , se negaron a entregarme ejemplares.
En esos dias , bajo la acusacion de homosexuales , se negaba el derecho a dirigir
grupos de teatro a loa directores mas importantes de Cuba, inclusive a Vicente
Revueltas ( director de : Teatro Estudio". que siempre preconizba un teatro so-
cial . Las persecusiones a escritores y artistas , mezclada con problemas morales,
tomaba un caracter alucinante :

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