Wednesday, July 21, 2010
Esteban natural de Uganda
De niño soldado a sacerdote: La historia de Esteban, un signo de esperanza para Uganda
KONIGSTEIN, 20 Jul. 10 / 08:58 pm (ACI)
Esteban tenía 16 años de edad cuando los feroces guerrilleros del Ejército de Resistencia del Señor (LRA) asaltaron el 11 de mayo de 2003 el seminario menor de la Archidiócesis de Gulu, en el norte de Uganda, y lo secuestraron a él y a otros cuarenta seminaristas. La pesadilla que vivió en cautiverio no destruyó su vocación y ahora se prepara para ser ordenado sacerdote.
Según una crónica de Eva-Maria Kolmann de Ayuda a la Iglesia Necesitada, los rebeldes se los llevaron a los seminaristas para convertirlos en soldados. Muchos fueron asesinados y doce siguen desaparecidos.
Esteban narró su historia a los representantes de la asociación católica internacional Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), que hace poco hicieron un viaje a Uganda.
"Durante dos meses, los asesinatos, las violaciones y las torturas formaron parte de su vida cotidiana. Los rebeldes también querían enseñarle a él a matar, y más por ser seminarista. A algunos de sus compañeros los mataron delante de él a golpes y culatazos; otros fueron despedazados con machetes porque tenían los pies destrozados tras las largas marchas y ya no podían andar. Él, en cambio, tuvo suerte en la desgracia, porque pudo huir antes de que lo obligaran a matar", informa AIN.
El secuestro
Los ojos de Esteban aún reflejan un gran pesar cuando recuerda lo vivido. "Los rebeldes llegaron veinte minutos pasada la medianoche; eran unos veinte. Algunos rodearon el seminario menor y los demás se dirigieron directamente al dormitorio de los alumnos de 16 años. Como no lograron forzar la puerta, uno de ellos entró por la ventana y abrió desde dentro. Uno de los seminaristas había cortado la luz para obstaculizar a los rebeldes, pero éstos llevaban antorchas".
Los dos soldados que el Gobierno había puesto a disposición del seminario para velar por su seguridad huyeron nada más aparecer los rebeldes. "Nos habían abandonado y no había nadie que nos protegiera", explica Esteban. Además de los seminaristas, había en el terreno del seminario entre mil y dos mil personas, principalmente mujeres y niños, que se habían refugiado ahí para pasar la noche. Un rebelde mató de un tiro y delante de la madre a un niño de unos siete años, nos dice el joven con semblante impávido.
Los rebeldes maniataron a los seminaristas, saquearon todo y obligaron a los adolescentes marchar por horas. A la mañana siguiente los separaron en pequeños y comenzaron a adoctrinarlos bajo la amenaza de ser ejecutados si intentaban huir.
La fe de Estaban lo mantuvo fuerte y firme. "He visto cosas que jamás hubiera pensado que tendría que contemplar algún día. Un hombre no es capaz de escapar de todo aquello, pero Dios obra milagros. A mí sólo me quedaba rezar: ésa era mi única esperanza. Como no podíamos rezar juntos, lo hacía solo. En cada una de las largas marchas rezaba el Rosario contando con los dedos, porque no tenía un rosario. La oración era todo lo que tenía. Habrá personas que no han experimentado a Dios, pero yo sí he tenido esa experiencia", recuerda.
Casi dos meses después de su secuestro, las fuerzas gubernamentales atacaron a los rebeldes, y en ese momento, entre bombas y fuego de metralla, Esteban logró huir y después de varios días de caminar sin rumbo llegó a un colegio abandonado donde encontró un soldado del Ejército ugandés.
La familia de Esteban ya lo había dado por muerto. "Habían pedido a un sacerdote que celebrara una Misa funeraria por mí", recuerda Esteban. Sus padres y seis hermanos no querían que Esteban regresara al seminario, pero Estaban sabía que ése era su lugar.
Desde 1988 más de 30 mil niños y adolescentes han sido secuestrados por los rebeldes. A los varones los convierten en soldados y a las niñas, en esclavas sexuales. Los niños son cruelmente violados, sometidos con drogas, obligados a matar, torturados, castigados brutalmente a la más mínima y muchos asesinados sin miramientos.
Algunos no se atreven a regresar con sus familias, porque se avergüenzan de las atrocidades que les obligaron a hacer. A menudo, los rebeldes obligaban a los niños y jóvenes secuestrados a asesinar a personas de sus propios poblados o incluso a sus padres y hermanos, para que el retorno fuera imposible.
La esperanza
Según informa AIN, "la Iglesia Católica ayuda a estos niños. Así, por ejemplo, la radio católica de la Diócesis de Lira ha creado un programa especial que permite a los parientes de estos niños enviarles mensajes de amor animándolos a regresar. También los niños soldados que han regresado animan a sus camaradas a retornar diciéndoles que no tengan miedo. A los rebeldes esta iniciativa no les gustó nada, por lo que prendieron fuego a la emisora. No obstante, la antena retransmisora no se quemó y Radio Wa (Wa significa "nuestra radio") sigue emitiendo con el apoyo de Ayuda a la Iglesia Necesitada una programación que contribuye a la paz y la reconciliación en Uganda".
"Cada uno de los niños secuestrados y maltratados por el LRA tiene un rostro y un nombre. Esteban, que compartió el sufrimiento de estos niños, quiere contribuir como sacerdote a la curación de sus heridas y a traer la paz a un país donde los niños han sido utilizados como armas. Quiere llevar el mensaje de amor de Dios a aquellos que ya de niños se olvidaron de que tienen un rostro y un nombre. Y él puede enseñarles que Dios obra milagros, porque él mismo lo ha vivido", sostiene AIN.
Respect for human rights in Uganda has been advanced significantly since the mid-1980s. There are, however, numerous areas which continue to attract concern.
Conflict in the northern parts of the country continues to generate reports of abuses by both the rebel Lord's Resistance Army and the Ugandan army. A UN official accused the LRA in February 2009 of "appalling brutality" in the Democratic Republic of Congo.[38] The number of internally displaced persons is estimated at 1.4 million. Torture continues to be a widespread practice amongst security organizations. Attacks on political freedom in the country, including the arrest and beating of opposition Members of Parliament, has led to international criticism, culminating in May 2005 in a decision by the British government to withhold part of its aid to the country. The arrest of the main opposition leader Kizza Besigye and the besiegement of the High Court during a hearing of Besigye's case by a heavily armed security forces — before the February 2006 elections — led to condemnation.
Recently, grassroots organizations have been attempting to raise awareness about the children who were kidnapped by the Lord's Resistance Army to work as soldiers or be used as wives. Thousands of children as young as eight were captured and forced to kill. The documentary film Invisible Children illustrates the terrible lives of the children, known as night commuters, who still to this day leave their villages and walk many miles each night to avoid abduction.
The U.S. Committee for Refugees and Immigrants reported several violations of refugee rights in 2007, including forcible deportations by the Ugandan government and violence directed against refugees.
Arab traders moved inland from the Indian Ocean coast of East Africa in the 1830s. They were followed in the 1860s by British explorers searching for the source of the Nile. Protestant missionaries entered the country in 1877, followed by Catholic missionaries in 1879.[9] The United Kingdom placed the area under the charter of the British East Africa Company in 1888, and ruled it as a protectorate from 1894.
Religion in Uganda
religion percent
Roman Catholicism
42%
Protestantism
42%
Islam
12%
Other or None
4%
According to the census of 2002, Christians made up about 84% of Uganda's population.[30] The Roman Catholic Church has the largest number of adherents (41.9%), followed by the Anglican Church of Uganda (35.9%). The next most reported religion of Uganda is Islam, with Muslims representing 12% of the population.[30]
Ugandan woman
The census lists only 1% of Uganda's population as following traditional religions, and 0.7% are classified as 'other non-Christians,' including adherents of sects. Judaism is also practiced in Uganda by a small number of native Ugandans known as the Abayudaya. One of the world's seven Bahá'í Houses of Worship is located on the outskirts of Kampala. See also Bahá'í Faith in Uganda.
According to the World Refugee Survey 2008, published by the U.S. Committee for Refugees and Immigrants, Uganda hosted a population of refugees and asylum seekers numbering 235,800 in 2007. The majority of this population came from Sudan (162,100 persons), but also included refugees and asylum seekers from the Democratic Republic of the Congo (41,800), Rwanda (21,200), Somalia (5,700) and Burundi (3,100).[31]
Of the Christian population, the Roman Catholic Church has the largest number of followers, followed by the Anglican Church, while Evangelical and Pentecostal churches claim the rest. The Muslim population is primarily Sunni and in minority, the Ahmadiyya Muslim Community. Traditional indigenous beliefs are practiced in some rural areas and are sometimes blended with or practiced alongside Christianity or Islam. Indian nationals are the most significant immigrant population; members of this community are primarily Ismaili (Shi'a Muslim followers of the Aga Khan) or Hindu. More than 30 years ago, there were about 80,000 Indians in Uganda. Today there are about 15,000.[32] The northern and West Nile regions are predominantly Catholic, while Iganga District in eastern Uganda has the highest percentage of Muslims. The rest of the country has a mix of religious affiliations.[33]
Uganda has experienced a massive conversion from Islam to Christianity in later years. 18 % of the population is raised Muslim, when just 13 % is currently Muslim, a drop of 5%. 82% of the population is raised Christian, when as high as 86 % is currently Christian, an increase of 4 %[34].
In addition to a small community of Jewish expatriates centered in Kampala, Uganda is home to the Abayudaya, a native Jewish community dating from the early 1900s.
Coordinates: 1.28°N 32.39°E
The Republic of Uganda (pronounced /juːˈɡændə/ yoo-GAN-də or /juːˈɡɑːndə/ yoo-GAHN-də) is a landlocked country in East Africa. It is bordered on the east by Kenya, on the north by Sudan, on the west by the Democratic Republic of the Congo, on the southwest by Rwanda, and on the south by Tanzania. The southern part of the country includes a substantial portion of Lake Victoria, which is also bordered by Kenya and Tanzania.
Uganda takes its name from the Buganda kingdom, which encompassed a portion of the south of the country including the capital Kampala.
The people of Uganda were hunter-gatherers until 1,700 to 2,300 years ago, when Bantu-speaking populations migrated to the southern parts of the country.[5] Uganda gained independence from Britain in 1962.
The official languages are English and Swahili although multiple other languages are spoken in the country.
It is a member of the African Union, the Commonwealth of Nations, Organisation of the Islamic Conference and East African Community.
The President of Uganda, currently Yoweri kaguta Museveni, is both head of state and head of government. The president appoints a prime minister, currently Apolo Nsibambi, who aids him in governing. The parliament is formed by the National Assembly, which has 332 members. 104 of these members are nominated by interest groups, including women and the army. The remaining members are elected for four year terms during general elections.[19]
Political parties were restricted in their activities from 1986 in a measure ostensibly designed to reduce sectarian violence. In the non-party "Movement" system instituted by Museveni, political parties continued to exist, but they could only operate a headquarters office. They could not open branches, hold rallies, or field candidates directly (although electoral candidates could belong to political parties). A constitutional referendum canceled this nineteen-year ban on multi-party politics in July 2005. Additionally, the time limit for president was changed in the constitution from the two-term limit in order to enable the current president to continue in active politics.
The presidential elections were held in February, 2006. Yoweri Museveni ran against several candidates, the most prominent of whom was exiled Dr. Kizza Besigye.
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