Rita Montaner
Roberto " El Diablo"
No solo grata , sino oportuna , resulta la
visita de tan famosa artista cubana. Una racha
de tropicalismo melodico desgrana sus calidos
ritmos en la mexicana antiplanicie, haciendo
que los verdes surtidores de las palmeras se
insinuen en el horizonte citadino, como vege-
tales espejismos de una flora de ilusion y de
ensueño . Si no fuera por la obligada contem-
placion de los conos de armiño de los volcanes,
nos sentiriamos transplantados a las torridas
tierras veracruzanas , ya que sones y rumbas
señorean el ambiente con el vibrante dispason
de su musica , plena de la alegria de vivir de
los costeños.
Llega a nosotros en sapida madurez artistica ,
despues de recorrer en triunfo las grandes
urbes mundiales como gentil embajadora de
la cancion criolla. Sus jiras por Europa y Nor-
teamerica le valieron la consagracion ambiciona-
da . Gracias a su peregrinar por los dos conti-
nentes , se difundieron por toods los ambitos
del planeta las notas languidas y sensuales
de los cantos antillanos que al brotar de sus
labios , adquieren todo el deslumbrantes colo-
rido de la isla que la viera nacer.
Un sutil escritor ha dicho que uno de los frutos
de la post - guerra , ha sido la reivindicacion
de la raza negra. Ante el desastre de los valores
espirituales que sobrevino a la gran conflagracion
de 1914 , la humanidad ofrecio campo propicio
para el resurgimiento de las gentes de color. Se
entronizo , coreandop or el aplauso universal , el
arte de radiosos primitivismo de Josefina Baker,
al consagrarla el publico parisien . Los estrepi-
tosos desbordamientos del jazz y las epilepsias
coreograficas del " shimmy" adquirieron carta
de naturalizacion en escenarios y salones , para
distraer a la sociedad de los pavorosos proble-
mas creados por la Gran Guerra. Y nada, en ver-
dad , mas a proposito para aturdirse de tal mu-
sica y lo desconcertante de tales danzas.
Aprovechando ese acogedor ambiente , surgio
a la vida artistica Rita Montaner y su nombre
comenzo desde luego a cruzar las patrias fron-
teras , como la rutila estrella de la flamane mo-
dalidad , que habia venido a marcar nuevos rum-
bos a la sensibilidad colectiva. El folklore afro-
cubano cobro a su influjo poderoso impulso y
los compositores isleños se dieron desde enton-
ces a la tarea de armonizar bellamente melodias
que formaban el acervo popular, para que la vic-
toriosa interprete las lanzara en el escenario con
su voz de alondra embrujada de Sol.
*** *** ***
Junto a Rita se recuerdan , sin querer , los versos
salomonicos. La sorprendi en su apartamento dis-
poniendose a salir a la calle, Cuando toque el tim-
bre se acercaba ella a abrir la puerta , para marchar-
se a ver al medico. Asoma por la entreabierta hoja
el rostro acanelado que corona una coqueta gorri-
ta de estambre . Trata de excusarse por la urgencia
que tiene de ir al consultorio y me ruega que vuel-
va al dia siguiente.
- Solo unos minutos - le insisto . Y al fin accede,
pasando al minusculo comedor para el rapido pa-
lique.
- ? Se dedico usted al teatro por pura aficion ?
- Si, en mi casa no ha habido mas artistas que yo.
Mi padre era Doctor y yo recibi una esmerada edu-
cacion durante mi niñez . Termine mi instruccion
primaria y luego ingrese en el Conservatorio de la
Habana para estudiar piano, obteniendo al final de
mis estudios la Medalla de Oro en un consurso.
- ? Como fue , entonces , su ingreso a la farandula?
- Cuando me divorcie de mi esposo, pense que po-
dia yo realizar mis ensueños juveniles de consagrar-
me al arte y asi sostenerme decorosamente. En todas
las fiestas sociales m cuando yo habia cantado cosas
tipicas , siempre me aplaudian calurosamente se
me elogiaba tanto , que yo no esperaba mas que la
oprotunidad para dedicarme a cultivar la musica
criolla. Tuve un gran exito en mi debut , consiguien-
do que todas las obras que estrene se hicieran de
renombre inmediatamente y me viera yo dueña de
la popularidad.
- ? Cuales fueron esas obras que usted creo ?
- Entre otras " Ay Mamam Ine " y " Siboney "
- ? Por que estando tan cerca de nosotros nunca
habia vuelto aqui?
- Porque el publico de Mexico goza fama de exi-
gente y a mi siempre me dio reparo presentarme
ante el. Cuando fui a Paris o Nueva York no llevaba
yo ningun temor, en cambio para dirigirme aca lo
pense mucho. Cosas que tiene uno.
- Cuenteme alguna anecdota de las muchas que
debe usted tener.
- En eso si que no puedo complacerlo . Mi vida ,
fuera del teatro , no tiene nada de extraordinario.
Ademas , como tengo un caracter muy fuerte , pro-
curo tener el menor trato social para evitarme dis-
gustos.
- ? Que le hace a usted ir a ver al Medico ?
- ! Ay , chico , que desde que llegue a esta ciudad,
me duele un poco el corazon !....
Mexico 1935
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