Dr. Juan Marinello Vidaurreta Yayo " el guardaespaldas"

Conoci al Dr. Juan Marinello y a Pepilla su esposa en la
ex - residencia de mi vecino Eladio , conocido este por
el apodo de Yayo. Yayo en aquel tiempo era uno de
los guardaespaldas del Dr. Juan Marinello. Cada quince
dias le daban algunos dias libres . Ese dia, antes de llegar a
la casa de Lala, Yayo iba directamente a visitarme . Me
pedia dos aspirinas, y despues de tomarlas comeza-
ba a contarme las novedades. El " viejo" asi llamaba
Yayo al Dr. Marinello ( quizas alguien piense que ese
apodo es irrespetuoso( ! claro que no !) Yayo
sentia una profunda admiracion por el Dr. Marinello.
La fructifera vida del Dr. Marinello y Pepila eran magis-
tralmente narradas por " Yayo el Guardaespaldas ".
Mi curiosidad, no tenia limite, mis preguntas eran
un poco causticas. Sin embargo llegue a querer y
admirar a el " viejo" a la par de Yayo. Pasaron los meses,
hasta que un dia ,Yayo se presento en la casa , con un
papel . Concha me dijo -aqui tienen la direccion de mi
familia en La Habana del Este, mi hija mayor este sabado cum-
plira quince años. Hemos planeado hacer una pequeña
fiesta,y , me gustaria fueras. Claro que si le respondi, pre-
guntandole si Marinello iria a la fiesta. Yayo sonriente
me dijo que si. Ambos nos despedimos alegremente,
El dia llego. La fiesta seria a las siete de la noche. Llegue
a las siete y cuarto. La pequeña sala estaba plena de jovenes,
de familiares y amigos. Dos anacronicas figuras, iluminaban
el lugar. Eran Marinello y Pepilla. Ambos vestian sobriamente,
y ambos llevaban tambien un bello sobretodo color negro.
Busque con la mirada a la " quinceañera " a la ex-de Yayo
y a este. Despues de saludar a la feliz joven y a su madre,
busque con mi mirada a Yayo. Este cerveza en mano estaba
charlando con su amigo " el guardaespaldas" Gallardo.
En ese momento alguien puso musica,,,, todos comenzaron
a bailar , excepto Marinello y Pepilla.... Diez minutos depues
Yayo llego hacia mi, con una botella de fria cerveza, rehuse
la bebida, diciendole que habia bebido un poco de " lechita".
Mirando hacia su jefe , me pregunto, quieres que te los pre-
sente, le conteste que no, que no era necesario. Una hora
despues Marinello y Pepilla despidiendose de Yayo, abando-
naron la fiesta.