Baltazar La Flauta Triste by Jose Fornaris Adios Mes Negro 2010

BALTAZAR

A mi amigo Juan Miguel Ferrer

Este drama paso en Cuba
Junto a las faldas del Pan,
En el ingenio llamado
Santa Rita del Pilar,
Por no doblar la rodilla
Al ver a su mayoral,
Condenado a cien azotes
Esta el triste Baltazar.
Cada horrible latigazo
Que su verdugo le da,
Entre las carnes penetra
Cual la punta de un puñal.
Con gemido acongojado
Exclama el triste: ! piedad!
Mas el tirano prosigue
Con rauda ferocidad.
Los huesos crujen: la sangre
Corre en caliente raudal !,
Y el latigo resonando
Sube y baja sin cesar.
Al ver que brota la sangre
La madre de Baltazar
Rogandole por el hijo
Los pies besa al mayoral,
Mas este fiero le cruza
Con el latgo la faz.
Y aun mas furioso se vuelve
Contra el martir Baltazar,
Y sus carnes palpitantes
Aun desgarra mas y mas,
Hasta que lo mira inmovil
COmo el qe sin vida esta.
Detuvo el latigo , y luego
Clamo con vos infernal:
- Otra vez cuando yo pase
Arrodillarte sabras!-
En un delicioso dia
De la zona tropical
El mayoral venturoso
Con su famiia en su hogar,
Entre musicas y flores
Celebraba su natal !.
La mas joven de sus hijas
Pide a DIos en su cantar,
Que le conceda a su padre
Enterna felicidad,
Mas al levantar la copa
Tiembla su palidad faz,
Y todos horrorizados
Con ella tiemblan al par.
Es que furioso en la sala
Entro el negro Baltazar,
Y levanando el machete
Amenaza al mayoral !,
Este a la vez con gran brio
Se alaza y resiste tenaz;
Mas Blatazar furibundo,
Un machetazo le da,
Salta la cabeza en tierra
Y se le ve rebotar,
Roja la mejilla , el labrio
Aun abierto para hablar.
Y de pie, sobre el cadaver,
Asi clamo Baltazar:
! Mueran todos lo tiranos
Como ha muerto el mayoral !..!

En la ciudad de La Habana
Junto al borde de la mar,
Una mañana sombria
Como el alma de Satan,
Levantoaron un cadalso
Para el grande criminal !
Cubiertas las azoteas
Sin temer el vendaval,
Esperaban los curiosos
Al infeliz Baltazar,
Se oyeron los roncos sones
De los tambores sonar,
Y asomo por fin el reo
Con su lugubre sayal.
Del patibulo las gradas
Subio firme , sin temblar,
Beso la cruz, miro al padre,
Alzo sereno la faz,
Puso el cuello entre los hierros,
Echo la cabeza atras,
Y la mano del verdugo
Afarroto a Baltazar.

Jose Fornaris 1877


LA FLAUTA TRISTE

En una estancia vecina
A la ribera del Sagua,
Viene asomando la luna
Tras los mangos y , naranjas,
Todo reposa : dos seres
Solo velan en la estancia.
En uno el pardo sinsonte
Que con dulces trinos canta;
Y otro un misero africano
Que al pie de una candelada,
Va a tocar una flautilla
De ruestica cañabrava.
! Que triste empieza el sinsonte
Sus trinos de madrugada!
! Que triste el pobre salvaje
Doliente notas exhala !
Esa tosca flauta anuncia
Al mayoral de la estancia,
Que esta velando el esclavo,
Y alerta los campos guarda.
! Bien sabe que si se duerme
El mayoral se levanta,
Y con el latigo horrible
Lo azota y lo despedaza
! Que melancolica gime
Esa musica en las palmas !

Las hondas quejas retumban
en la vecina montaña,
Y va extendiendose el eco
En los aires y en las aguas,
Como el profundo lamento
De las etiopicas razas!
Tal me parece que dice,
Asi ese grito del alma;

! Oh que dolor tan impio
Ponzoña en mi pecho vierte !
! Siempre llamando a la muerte
Bajo un cielo , que no es mio !

Del martir llevo la aureola,
Baña el llanto mi mejilla:
Una misera flautilla
Es mi compañera sola!

Todo duerme ! Va la luna
Callada en el firmamento,
Mientras lloro mi tormento,
Y maldigo mi fortuna.

! Oh que dolor tan impio
Ponzoña en mi pecho vierte!
! Siempre llamando a la muerte
Bajo un cielo que no es mio!

Callo la flauta y dormido,
Al pie de la candelada,
Quedo el esclavo infeliz
Aun soñando con su patria
Soño ver, lleno de gozo,
Las costas de Senegambia,
Y al son de los atabales
Volvio a divisar sus playas,
Soño que su pobre madre
Un beso en su frente daba,
Y que risueño corria
Ya en la fiesta , ya en la caza,
O por la orilla del Niger
En alegre caravana,
El mayoral entretanto
Medio sentado en la hamaca,
Aunqeu preto atento oido
No oye la rustica flauta
Alzase entonces furioso,
Al batey veloz se lanza,
Y el latigo enarbolado
Sobre el esclavo descarga,
Ahogo el martir un gemido
de colera y de venganza,
Y postrandose sumizo
_ ! Perdon ! - el misero exclama;
Pero el latigo ominoso
Aun resono en sus espaldas,
Magdalena entonces, hija
Del mayoral de la estancia
Entre los dos se interpone
Y asi grita arrodillada:
- ! Perdon , perdon , padre mio,
Por Dios , por mi madre , basta!
Ceso el latigo : a las quejas
Sucedio al antigua clama;
Al resonar en los aires
Volvio la rustica flauta,
A trinar volvio el sinsonte
Melancolico en las ramas,
Y al retornar a su lecho
Magdalena , prosternada
Delante del crucifijo:
Asi convulsiva exclama:
_ ! Dios de los orbes, Dios mio !
Apiadate de esta raza:
Extiende tu mano, borra
El sello vil que la marca;
Y hazla sentar al banquete
De la gran familia humana !!