Saturday, September 18, 2010
Nocturno en los Muelles by Nicolas Guillen
encallados en el muelle , con la mirada
petrificada al horizonte...
NOCTURNO EN LOS MUELLES
by Nicolas Guillen
de su libro Songoro Cosongo
Bajo la noche tropical , el puerto.
El agua lame la inocente orilla
y el faro insulta al malecon desierto.
! Que calma tan robusta y tan sencilla !
Pero sobre los muelles solitarios
flota una tormentosa pesadilla.
Pena de cementerios y de osarios
que enseña en pizarrones angustiosos
como un mismo dolor en parte en varios.
Es que aqui estan los gritos silenciosos
y el sudor hecho vidrio; las tremendas
horas de muchos hombre musculosos.
y debiles, sujetos por las riendas
como potros . Voluntades en freno,
y las heridas palidas sin vendas.
La gran quietud se agita. En este seno
de paz se mueve y anda un grupo enorme
que como el pan untandolo en veneno.
Ellos duermen ahora en el informe
lecho, sin descansar. Sueñan acaso,
y aqui estalla el espiritu inconforme
que el alba dura tragara su vaso
de sangre diaria en el cuarton oscuro,
y a estrecho ritmo ha de ajustar el paso.
! Oh puño fuerte , elemental y duro !
? Quien te sujeta el ademan abierto?
Nadie responde en el dolor del puerto.
El faro grita sobre el mar oscuro.
Niebla del Riachuelo
Tango 1937
Música: Juan Carlos Cobián
Letra: Enrique Cadícamo
Turbio fondeadero donde van a recalar,
barcos que en el muelle para siempre han de quedar...
Sombras que se alargan en la noche del dolor;
náufragos del mundo que han perdido el corazón...
Puentes y cordajes donde el viento viene a aullar,
barcos carboneros que jamás han de zarpar...
Torvo cementerio de las naves que al morir,
sueñan sin embargo que hacia el mar han de partir...
¡Niebla del Riachuelo!..
Amarrado al recuerdo
yo sigo esperando...
¡Niebla del Riachuelo!...
De ese amor, para siempre,
me vas alejando...
Nunca más volvió,
nunca más la vi,
nunca más su voz nombró mi nombre junto a mí...
esa misma voz que dijo: "¡Adiós!".
Sueña, marinero, con tu viejo bergantín,
bebe tus nostalgias en el sordo cafetín...
Llueve sobre el puerto, mientras tanto mi canción;
llueve lentamente sobre tu desolación...
Anclas que ya nunca, nunca más, han de levar,
bordas de lanchones sin amarras que soltar...
Triste caravana sin destino ni ilusión,
como un barco preso en la "botella del figón"...
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