Sunday, May 9, 2010
Cronica de un amigo Mexicano
cortesia de MrPelonDawg773
El narcotrafico en Mexico es el resultado
del desmesurado consumo de drogas, herencia
esta de la generacion de jovenes liberales
de los sesenta. Mientras no se aplique un
severo castigo a los consumidores el pueblo
mexicano continuara sufriendo la violencia y
el terror. Comparto con ustedes esta triste
cronica enviada desde Mexico por el Dr. Cervantes
Cronica de un amigo mexicano
Estimados Hermanos
El 7 de abril de 2010, veníamos de Brownsville, TX, ya nos habían dicho en
un hotel que en Tamaulipas todo estaba muy mal, que el narcotráfico hacía
lo que quería.
Nos comentaron: acabamos de ver a tres colgados en Matamoros; y también nos
decían que un grupo de mercenarios de 2000 gentes le había hecho la
propuesta a Felipe Calderón que pagara 100 millones de pesos y que acabarían
con los narcotraficantes en todo México; sin embargo se negó a este trato,
su razón habrá tenido. Y pensar que en México hay pérdidas millonarias por
todos estos problemas.
Cuando llegamos a la aduana de Matamoros, México, pregunté cómo está
Tamaulipas y nos contestaron; está la cosa muy grave se están dando entre
bandas de narcotraficantes, quieren el control de los mercados.
Camino a Tampico a la altura de entre San Fernando y Soto La Marina, en un
lugar llamado Las Norias, la Sra. Edith y yo entramos a un restaurante,
había dos patrullas y un grupo de ocho agentes federales uniformados de
azul, estaban comiendo, con una gran ametralladora en una silla.
Me pensé están preparados para repeler cualquier ataque, pues nosotros hemos
visto en las noticias cuántas ejecuciones ha habido entre narcotraficantes,
policías y militares.
Nos sentamos dejando una mesa más delante de ellos, yo no me quise sentar
junto, porque se que a veces matan a los policías y a la gente que está
cerca, pero me senté no lo suficientemente lejos y le hice el comentario a
la Sra. Edith en voz baja, "no es bueno sentarse junto a policías", pero
también me pensé, es muy difícil que les tiren ahora, sobre todo en pleno
día, a las 4:30 de la tarde, así que nos sentamos confiados; también había
más personas y llegaron familias.
Por cierto el pollo y la carne de res asados estaban sabrosísimos, ya casi
al final yo estaba masticando con la boca llena y comenzaron a oírse balazos
muy fuertes parecían como de Bazooka, luego un pequeño silencio y de nuevo
tiros.
Jalé de la mano a la Sra. Edith y nos aventamos al suelo, posteriormente vi
que se me habían raspado las rodillas y con sangre, nos fuimos arrastrando
hasta la cocina y me volteé boca arriba con la boca llena, trataba yo de
pasar el alimento de la boca y me estaba ahogando porque se me había secado
la boca, ya no tenía saliva, al mismo tiempo vi que tres policías estaban
junto a nosotros y me preguntaban que si estaba herido, les dije que no,
pero ellos no sacaban las pistolas, solamente se escondían y trataban de ver
hacia fuera, por fin poco a poco pude ir pasándome el alimento.
El dueño del restaurante gritaba a sus hijas y nietos ¡váyanse al pozo!, lo
hicieron, yo no me quería levantar del suelo, porque una de las dueñas decía
¡van a regresar!, ¡van a regresar!, estaba muy pálida.
Cuando me levanté, en todo el restaurante solamente estaba el dueño, ya no
vi las patrullas, ni los carros; había bastantes afuera, solo quedó el mío.
Le pregunté al dueño, cuánto le debo, me dijo: No, váyase, váyase.
Le dije no, yo le debo de pagar y me contestó, déme 50 pesos y váyase, baje
sus vidrios porque están polarizados, que vean que va una familia, no sea
que los vayan a balacear.
Como a cinco minutos de ahí sobre la carretera estaba un retén de militares
revisando a un camión y varios carros particulares, pero todo tranquilo.
Si se hubieran acercado los que balearon, fácilmente hubieran matado a los
policías, pues ellos no sacaron nunca armas.
Al llegar a Altamira, vimos un retén militar y nos decían pasen, pasen,
fuimos al hotel, le preguntamos al administrador que si no había habido ahí
problemas, y nos dijeron sí cómo no, acaban de quemar un auto.
Yo pensé qué bueno que ya estamos en Tampico; y por la noche en el hotel
oímos balaceras.
Al día siguiente nos levantamos y nos fuimos, nos paramos a desayunar en un
restaurante, la señora que nos atendió al final del desayuno nos dijo,
cuando ustedes llegaron creímos que estábamos en peligro y mandé a mis
hijos a esconderse, pues les tuvimos miedo.
Nos dijo también, que en Tampico a plena luz del día ha habido balaceras y
cierran las calles, hay muertos, por las noches en nuestras casas llegan, no
sabemos si policías o narcos, nos han amenazado, nos han puesto la pistola
enfrente, ya no se puede vivir aquí.
También nos comentaba que un día llegaba al mercado cuando escuchó una
balacera, posteriormente se dio cuenta que adentro del mercado había
muertos, personas civiles, niños.
Pero pienso que todo México está igual, hace muchos años leíamos de Colombia
esto, pero aquí en México esto está peor.
En San Antonio, TX, las estaciones de televisión anunciaban, que les dijeran
a los estudiantes que estaban en intercambio en el Tecnológico de Monterrey,
que se regresaran; a la gente le recomiendan que no vayan a México.
En El Paso, TX, han llegado 120,000 gentes a vivir ahí, provenientes de
Ciudad Juárez, la situación es grave, nunca en México había habido esto,
pienso que es por épocas, esperemos que poco a poco se vaya calmando todo.
¡DIARIAMENTE SON MUCHAS ASESINATOS, MÉXICO ES UN DESASTRE SEÑORES!
A t e n t a m e n t e
Dr. Jaime Cervantes Pérez
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment